Aquí un perro con su propia vivienda. Prácticamente un
Guggenheim canino, podría decirse. Con sus elementos
decorativos propios del entorno, la lata de aceitunas, y
una tremenda similitud entre la mirada del perro y la del
dos caballos, ambas tristes.
Buñol, agosto 1991
14 comentarios:
Desoladora estampa! ODIO esa cadena y al cabrón que lo ató!
Cuando fui a la Tomatina no tuve la suerte de encontrarme con este amigo! :D
joder hay que ser cabrón, macho. la foto es tremenda, kai.
Marta, no te sulfures que es malo para la salud. Y no te cuento el resto de la historia que si no...
Lu, yo también estuve, serás tu la loca de rojo que sale en mis fotos?
Des, gracias, pocas veces me han llamado cabrón y macho tan cariñosamente y todo en uno.
jajajajajaja kai no puedo contigo, jajajajaja.
mejor no nos cuentes el resto de la historia. buf.
Yo sí quiero saberlo Kai, por mucho que me duela y horrorice, ese perro se merece que conozcamos su triste historia aunque hayan pasado ya más de quince años, casi te lo estoy suplicando.
Empiezo a creer, ante tantos psicópatas malnacidos, que el único ser humano bueno es el que ha muerto, como decía Orwell.
Mujer, también estoy yo, bueno, eso decía mi abuela.
Kai, por supuesto que también estás tú, pero sabrás que yo me refería a los maltratadores de toda índole y condición. Si quieres que te hierva la sangre vete a la última entrada de Des, la perrita de Mallorca.
¿Y no nos vas a contar esta penosa historia?
Pues yo, de alguna manera me siento identificado con ese perro. Exceptuando la cadena me siento como en casa.
Si, Daniel, tiene un poco que ver con tu casa!
Marta, para contar historias penosas ya esta la tele, pero solo tienes que quedarte con la mirada triste, la cadena y si quieres súmale un incendio de monte que arrasa todo una ladera con esta casa en medio. La foto la hice después del incendio.
DIOOOOOOOS!!!¡Y sobrevivió al incendio!!! ¿Y qué ocurrió después?, ¿siguió atado?, ¿quién lo alimentada?, ¿tenía agua? Perdona Kai, me gustaría saber su historia hasta el final, si la sabes. Muchas gracias!!
No te preocupes, como millones de homo urbanitas actuales, vivió una feliz y desgraciada vida hasta su muerte por causa natural.
Pues me has dejado desconcertada, ¿se puede ser feliz y desgraciado al mismo tiempo?
Todo es cuestión de proponérselo!
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